ELEGÍA A LO VANO

 

En 30 antes de la llamada era cristiana Murió Alejandro Magno. El Imperio Griego fue anexado al Romano. Quinientos años después, Odoacro, en 476 depuso a Rómulo Augusto. Con ello por fin ingresó triunfante a la milenaria ciudad. ¿Para qué fueron las conquistas de Alejandro? Odoacro recorrió las espléndidas avenidas de piedras calizas, manchadas de sangre y de restos humanos. Fue evitando, saltando a veces, los cadáveres mutilados. Tribunos, centuriones, legionarios, triarius, hastatus, yacían a sus pies. Vencidos, ya no eran nada, solo brazos y piernas y cabezas sin sentido. En esto han terminado, se dijo. ¿En esto terminaremos?, se preguntó. La imponente ciudad que había dominado al mundo, también yacía a sus pies. Espada roja en mano fue acercándose al Palacio Imperial, lentamente, para dar majestuosidad adicional a su triunfo. El Palatino se postraba ante su mirada. Subió sus gradas disfrutando cada paso. Superó los portales heridos por mil flechas, adornado por soldados suspendidos en la madera por impiadosas lanzas. Llegó al trono. Se paró irreverente frente a él y lo vio a Octavio Augusto, le echó una sonrisa irreverente. Lo vio a Tiberio. A Calígula, a Claudio, a Nerón. Fue recorriendo en su memoria las historias relatadas por sus antepasados. Vespasiano, Tito, Trajano, Marco Aurelio, Dioclesiano, acercándose al fin recordó a Martiniano, a Constantino “El Grande”, y por fin a Rómulo Augusto, que sucumbió bajo su afilada gladius, y con él, sucumbió el Imperio el 4 de setiembre de 476. ¿Qué fue de todos ellos?, se preguntó. Para qué posaron sus breves humanidades en esa silla, tan poderosa como fatal. Ya nada fue lo mismo en el resto del mundo por él conocido. Odoacro se proclamó rey de Italia. Fue solo por 17 años. Odoacro fue asesinado el 15 de marzo de 493 en Rávena, Italia. ¿Para qué Odoacro, 17 años atrás, ingresó triunfal a la milaneria ciudad?